La casa se alza frente al mar, por encima del bonito pueblo de Las Negras y goza de unas vistas espectaculares.
Encajada en la montaña, con numerosas terrazas de rincones sombríos, mantiene una temperatura fresca en verano.
Disfrutará refrescándose en la piscina desbordante, contemplando el mar y admirando el paisaje a la sombra de los olivos, los naranjos y las palmeras de un jardín espléndidamente cuidado.
Dotada de todo lo necesario para vivir con comodidad, podrá pasar en la casa unos días de descanso a poca distancia de un pueblo alegre y animado.